Los mitos de las máquinas vending más populares

Cuando nos encontramos ante las máquinas vending siempre nos viene a la cabeza “esos” trucos que hemos oído desde pequeños. Ciertos o no, seguro que alguna vez los hemos probado. La gran mayoría sin éxito. Es por ello que vamos a repasar los mitos de las máquinas vending más populares para poner a prueba su veracidad.
El 4-2-3-1
Más que mentar la alineación de un equipo de fútbol, hablamos de una secuencia de botones. En las máquinas antiguas de la bebida de cola más famoso del mundo corría el rumor de que pulsando los botones en un orden determinado accedíamos al cambio remanente de la máquina.
Al final, para poder controlar la máquina, necesitábamos la llave y acceder al interior de esta. En resumen, no era más que una manera de impresionar a los amigos, y, en el mejor de los casos, quedarse con algunas monedas para el cambio.
Hackeo de máquinas vending de letras y números
Con la evolución de la tecnología, las máquinas comenzaron a adoptar paneles y otro tipos de circuitos. Con ello, se corrían varios rumores sobre supuestos ‘hackeos’ del sistema. La realidad es que, a lo sumo, se entraba en el modo debug de aquellas máquinas que no habían visto modificada su configuración de fábrica.
En la actualidad, cada software, diferente entre cada tipo de máquina y fabricante, está preparado para evitar su manipulación salvo por un especialista.
Pagar con una moneda falsa
Uno de los mitos de las máquinas vending más populares es que podemos pagar con una moneda falsa. Es falso. El mecanismo de las máquinas detecta el peso, materiales y la forma de las monedas, tras ello, miden el tamaño. Si no encaja, se procede a su devolución.
Por difícil de creer que parezca, la tecnología de las máquinas vending es bastante avanzada. El peso, tamaño y la forma se miden por sensores de luz, mientras que el material se verifica mediante sensores electromagnéticos. En un segundo discierne el origen de la moneda.